Políticas de creación de empresas y su evaluación.

  1. Velasco Barroetabeña, Roberto
  2. Saiz Santos, María
Revista:
Documentos de trabajo (Laboratorio de alternativas)

Año de publicación: 2007

Número: 118

Tipo: Documento de Trabajo

Resumen

Dos de los principales objetivos de los gobiernos en los países desarrollados son la creación de empleo y el crecimiento económico. Para lograrlos se llevan a cabo políticas de creación de empresas y de fomento del espíritu emprendedor. El presente trabajo se ubica en el campo científico entrepreneurship: un área de investiga- ción en fase de desarrollo y madurez que se ocupa precisamente del diseño, aplicación y eva- luación de esas políticas. Las investigaciones en este campo muestran que la evaluación y posterior mejora de los pro- gramas de apoyo a nuevos emprendedores es una de las áreas más descuidadas y que las me- todologías de evaluación son prácticamente inexistentes. No es la única ni la menor imper- fección que puede ser corregida. Este documento justifica una serie de propuestas para la mejora de las políticas mencionadas. Son las siguientes: • Dirigir los programas públicos de creación de empresas a la eliminación de trabas pa- ra la constitución de nuevas unidades empresariales, sin incurrir en un paternalismo innecesario que podría desdibujar las habilidades innatas del emprendedor. • Generar verdaderas “ventanillas únicas” con información homogénea y centralizada que acorten el tiempo y los trámites necesarios para constituir una nueva empresa. • Replantear el colectivo objeto de asistencia, que debería ampliarse de manera genera- lizada y priorizar específicamente las acciones dirigidas a la mujer emprendedora. Existen muchos programas para emprendedores en España dirigidos a jóvenes (entre 18 y 35 años), priorizando, además, que se encuentren en situación de desempleo. Pero las instituciones públicas no deben olvidar que una gran parte de las nuevas empresas son impulsadas por emprendedores con experiencia laboral previa y edades más maduras, que, además, presentan mayores garantías de éxito • Reducir las ayudas a fondo perdido que se conceden a nuevos promotores, sustituyén- dolas por fórmulas que no eliminen la asunción de riesgos financieros por parte del promotor (como “fondos de avales” o la participación temporal en el capital de la em- presa creada). • Producir fórmulas que faciliten la transmisión del conocimiento tecnológico hacia las empresas, centralizando los viveros de empresas en centros de investigación y univer- sidades. • Trasladar las medidas de fomento de la cultura emprendedora hacia el ámbito educati- vo, como única apuesta de largo plazo con posibilidades para generar un cambio de mentalidad social que propicie un tejido empresarial fuerte y una dignificación de la figura del empresario. • Redirigir parte de los apoyos destinados a la creación de nuevas empresas hacia la consolidación y el crecimiento de las ya creadas, sobre todo hacia aquellas unidades de negocio que presenten un importante potencial de generación de empleo y de ri- queza en sus entornos locales. Esto es demandado por la fragilidad estructural de las microempresas creadas en los últimos tiempos, principalmente como respuesta a una situación de desempleo y mayoritariamente dentro del sector comercio y servicios. • Definir una verdadera política nacional de creación de empresas que clarifique prio- ridades, oriente y coordine los programas regionales y locales, y que evite ineficien- cias y duplicidades que puedan producirse entre las distintas acciones públicas de apoyo a emprendedores. • Promocionar la participación activa de las grandes empresas en la configuración e im- pulso de una red público-privada que asegure un apoyo multisectorial de acompaña- miento a la empresa naciente, dando fin de este modo a su proverbial despreocupa- ción por el entorno socioeconómico. • Aplicar un sistema de indicadores de gestión que permita avanzar en un modelo de evaluación para entidades dedicadas al impulso de la creación de empresas y el fo- mento del espíritu emprendedor. El objetivo de esta metodología es doble; mejorar la ejecución de los programas de apoyo a emprendedores y plantear la necesidad de ho- mogeneizar la información sobre los resultados de las diferentes políticas. Esto per- mitiría realizar evaluaciones de impacto a largo plazo, lo que supondría una herra- mienta fundamental para los diseñadores de nuevas políticas de creación de empresas. • La filosofía del sistema de indicadores que se propone es fundamentalmente práctica. Por ello, los atributos a medir no deben presentar dificultades de cuantificación para tener una verdadera utilidad operativa. Se proponen indicadores de eficacia, econo- mía, calidad, perfil de usuario e impacto social.