Lenguaje y humor en Manolito Gafotas: características del humor en el discurso novelístico, cinematográfico, televisivo y procedimientos comunicativos para un receptor taiwanés

  1. Wu, Kan-Chuan
Dirigida por:
  1. M.ª Azucena Penas Ibáñez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 12 de enero de 2016

Tribunal:
  1. José Manuel González Calvo Presidente/a
  2. Teresa Bordón Martínez Secretario/a
  3. Félix Córdoba Rodríguez Vocal
  4. María Isabel Muguruza Roca Vocal
  5. María del Mar Espejo Muriel Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Cierto es que el humor es algo natural y cotidiano en la comunicación humana. De acuerdo con W. Porzig (1974: 15), toda ciencia comienza por el hecho de que alguien se admire de lo cotidiano y natural. También como bien dice V. H. Yngve (1986), el origen de la ciencia probablemente se halla en la curiosidad sobre el entorno, en la búsqueda del conocimiento sobre lo que nos rodea. Conocer tiene mucho que ver con el descubrimiento de regularidades en el entorno que sirven de base a nuestras predicciones. Por ello, a lo largo de la historia muchos filósofos, fisiólogos, sociólogos o lingüistas han derramado mucha tinta con la intención de explorar la naturaleza del humor y de sintetizar sus conceptos quedando a menudo insatisfechos o llegando no pocas veces a infructuosos callejones sin salida debido a la compleja naturaleza y riqueza conceptual del tema. Sin embargo, esto no es impedimento para que podamos emprender un estudio sobre el humor, antes bien, un acicate que nos impulsa a investigarlo en su dimensión semiótica e intercultural. El hecho de estudiar este tema no ha surgido en un primer momento de la curiosidad de conocer el humor propiamente dicho, sino que es fruto de la propia experiencia y disfrute como lectora de una serie de relatos de Elvira Lindo, narrados en primera persona a través de la boca de un niño, Manolito Gafotas, en los que nos hemos preguntado por qué es lo que estructura y conforma un lenguaje cuajado de ingenio, lucidez, sorpresa, y diversión. Las típicas expresiones fónico-expresivas de Manolito Gafotas: “¡cómo molo!”, “mola un pegote”, “mola un mogollón”, “una verdad verdadera”, “ es un rollo repollo”, son contagiosas para el lector, y, por otra parte, también nos llama la atención su franqueza y sinceridad a la hora de presentar su propia visión tanto de la vida familiar y escolar como de la sociedad que le rodea 2 con un lenguaje mezclado de elementos populares y cultos, coloquiales y formales, pueriles y señoriales, de modo que ante tal serie de contrastes y oposiciones entre expresiones se acrecienta el efecto cómico y la hilaridad. Una de las características de E. Lindo como escritora consiste en conservar la frescura y la gracia del habla coloquial española con un estilo muy expresivo y en ser capaz de mostrar su intención ingeniosa y lúdica con el lenguaje. Como dice L. Chierichetti (2004), la lengua que emplea la escritora en las novelas de Manolito Gafotas está tan lograda que muchos lectores y comentaristas la confunden con la lengua coloquial, o incluso la consideran usada con cierto descuido, sin caer en la cuenta de que se trata de una estrategia humorística1. E. Lorenzo, en su artículo de 21.06.97 de Babelia (El País) sobre la lengua de E. Lindo, precisaba que no era una lengua artificial, de diseño, sino real y muy actual, elaborada a partir de las expresiones sacadas del medio televisivo: El desparpajo exhibido por Manolito no lo puedo imaginar en mi niñez ni en la de ningún contemporáneo de entonces. Y es que Manolito es, aunque a veces se queje, un niño privilegiado y realista, nada relamido -¡qué va!-, sumamente inteligente, sin pedantería, que parece el único español que ha sacado provecho de la tele, de la que, por lo que cuenta, no se ha perdido nada. La creadora de Monolito no se ha inventado un lenguaje artificial para presentarnos a este niño, que está impregnado de todas las innovaciones idiomáticas de la tele y los que la frecuentan. El vocabulario a veces insólito que utiliza nuestro héroe es identificable con el de estos innovadores y está salpicado de todos los latiguillos de la jerga mediática. Tal vez en nuestro estudio podamos correr el riesgo, como nos advierte E. 1 Tal como manifiesta W. Beinhauer (1973: 12 y 25), el español coloquial se caracteriza por el amplio espacio que en él ocupa el humor. Especialmente, se observa como una estrategia humorística la “sublime irrespetuosidad que el hablante español suele mostrar ante las formas gramaticalizadas, fijas, de su idioma. Siempre se siente con ganas de desencorsetarlas, zamarreándolas con juguetona petulancia”. 3 B.White (1941) de antemano, de que el “humor can be dissected, as a frog can, but the things die in the process and the innards are discouraging to any but the pure scientific mind”. Sin embargo, las palabras de D. Crystal (1998:1) se ajustan mejor a nuestra intención de realizar el presente trabajo: Everyone plays with language or responds to language play. We play with language when we manipulate it as a source of enjoyment, either for ourselves or for the benefit of others. I mean ´manipulate literally: we take some linguistic feature –such as a word, a phrase, a sentence, a part of words, a group of sounds, a series of letters, and make it do thing it does not normally do. We are, in effect, bending and breathing the rules of the language. And if someone were to ask why do it, the answer is simple: fun. Por tal razón, el presente trabajo se pone en marcha a partir de no solo esta curiosidad personal sino también inquietud académica por estudiar los mecanismos y procedimientos lingüísticos que utiliza la autora para llegar a la creación y construcción de los discursos humorísticos, en su triple versión semiótica: novela, película y serie televisiva; y también con la intención de encontrar una perspectiva diferente que permita contrastar interculturalmente el humor español y taiwanés. La investigación tiene por objeto describir y analizar los procedimientos lingüísticos y los elementos formales humorísticos que presenta la lengua española en tres medios de expresión: el novelístico, el cinematográfico y el televisivo. Como resultado de la comparación entre los tres medios comunicativos se pretende ver el grado de interacción entre ellos con el fin de poder identificar el proceso de génesis que lleva de las novelas de Elvira Lindo a las películas y posteriormente a la serie de televisión. Todo ello estará en función de la capacidad interpretativa de un hablante no hispanohablante, en concreto del taiwánes, es decir, los mecanimos interpretativos que 4 desarrolla el interlocutor, de modo que pueda establecerse un puente que permita descifrar los mensajes humorísticos en contextos culturales lejanos y diferentes.