Evaluación de la efectividad de la terapia de grupo multifamiliar en el abordaje de la problemática conductual y emocional del adolescente

Resumen

Objetivos: Ante la elevada demanda asistencial que motiva la conducta problemática en la etapa adolescente en un dispositivo ambulatorio de salud mental, y contando con recursos sanitarios limitados, se plantea la terapia de grupo multifamiliar (TGM) como alternativa terapéutica de fácil implementación, rentable y potencialmente efectiva respecto a otros tratamientos habitualmente utilizados (TAU) en este medio. Puesto que existen pocos estudios documentados que demuestren la eficacia y/o efectividad de modelos de terapia similares al que es objeto de este estudio, se tratará de demostrar que la TGM no resulta menos efectiva que TAU en modificaciones de la conducta problemática del adolescente. Método: Se realiza estudio de diseño experimental sobre casos incidentes seleccionados (adolescentes de 12-15 años) que consultan en el centro de salud mental infanto-juvenil del área IX de la Región de Murcia desde enero de 2013 hasta abril de 2014. Se procede a registro en tiempo basal de características personales, socio-familiares y conductas problemáticas de los adolescentes, mediante YSR, y de actitudes de los padres hacia la crianza, mediante PCRI. Posteriormente se realiza asignación aleatoria a dos grupos de intervención, TGM (con sesiones de frecuencia quincenal) y TAU, que incluye terapia en formato individual (con sesiones de frecuencia mensual o bimensual). Finalmente, se analizan resultados y variaciones obtenidas en los grupos de intervención mencionados tras 6 meses y respecto a tiempo basal, a cuyo efecto se registran resultados en correspondientes cuestionarios de padres y adolescentes en dicho período. Para efectuar análisis se empleó programa estadístico SPSS, versión 15 para Windows, mediante pruebas de contraste oportunas, tanto para muestras relacionadas como para muestras independientes. Resultados: La mayoría de casos incidentes eran varones de 13 años que cuyo núcleo familiar estaba constituido por sus padres y 2 hermanos. Además contaban con más de tres amistades íntimas y se autopercibían de forma similar a otros chicos/as de su edad en la relación con sus amigos, padres o hermanos y en la capacidad de valerse por sí mismo. La muestra de estudio puntuó por encima de otras muestras de población general en la mayoría de escalas de conducta problema. También se registraron diferencias en función del sexo en tiempo basal, presentando las chicas más problemas de conducta internalizantes que los chicos, pero también mayor puntuación en agresividad verbal, subescala de factor externalizante. La participación de los padres en el estudio resultó significativamente superior con hijos varones, así como la escala de apoyo percibido en PCRI. Aparte los estilos educativos entre padres y madres eran significativamente diferentes. Tras 6 meses de intervención hubo incremento significativo en autopercepción de mejoría en calidad de relación con amistades para ambos tipos de tratamiento. Además hubo incremento significativo de agresividad verbal de forma global y de conducta socialmente deseable en chicos participantes en TGM. En cambio, hubo disminución significativa de puntuaciones en mayoría de escalas de patrón internalizante y problemas de pensamiento en chicos y chicas participantes en TAU, consiguiendo también mejor rendimiento en nota media de último trimestre. No hubo diferencias significativas entre ambas intervenciones respecto a participación de los padres tras 6 meses. Asimismo, los padres participantes en TAU manifestaron tendencia a presentar mayores puntuaciones de disciplina que en TGM. En cambio, las madres de TAU incrementaron puntuaciones en autonomía, disciplina y distribución del rol, pero obtuvieron los mismos resultados finales que en TGM. Conclusiones: La terapia, tanto en formato individual como grupal multifamiliar con o sin tratamiento psicofarmacológico combinado resulta efectiva en la reducción de problemática conductual y/o emocional del adolescente. Ambas formas de tratamiento consiguen una reducción de puntuaciones medias en escalas de problemática conductual y emocional de los adolescentes, aunque de modo diferente.