El exilio español de 1939 en Santo Domingo y su influencia en el arte y la cultura dominicana
- GIL FIALLO LAURA PILAR
- Manuel Santiago García Guatas Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Zaragoza
Defentsa urtea: 1998
- María Isabel Álvaro Zamora Presidentea
- José Luis Pano Gracia Idazkaria
- Eloy Fernández Clemente Kidea
- Fernando PÉREZ MEMÉN Kidea
- Adelina Moya Valgañón Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Entre 1939 y 1945 llegan a Santo Domingo, en plena dictadura Trujillista, no menos de 3000 refugiados de la Guerra Civil Española. La acogida que el régimen dió a los refugiados se inscribe dentro de una política migratoria que buscaba encubrir con una fachada humanitaria los excesos de una dictadura que, entre otras cosas, asesinó a unos 20.000 haitianos en 1937. Aunque se solicitó el arribo de gentes con profesiones económicamente productivas, destinadas sobre todo a colonias agrícolas, en realidad llegaron jóvenes intelectuales y artistas con una media de 35 años y origen urbano. El dominicano Rafael Diaz Niese, nombrado en 1940 Director General de Bellas Artes, creó entonces la mayor parte de las instituciones culturales existentes en la actualidad, cada una con un exiliado a la cabeza, y todas ellas con un exiliado o más. Creó también las Bienales y la Galería Nacional de Bellas Artes. Manolo Pascual, escultor, y el pintor Josep Gausachs fueron, respectivamente, Director y Subdirector de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Emilio Aparicio del Teatro Escuela Nacional y Enrique Casal Chapí de la Orquesta Sinfónica Nacional. Pero los exiliados, además, fundan periódicos y revistas, renuevan la Universidad durante el Rectorado de Julio Ortega Frier, así como el sistema educativo nacional. Crean escuelas, escriben libros sobre temas diversos, e introducen ideas políticas y sociales que a la larga serán un incentivo a la búsqueda de la libertad. Se dio entonces una intensa renovación cultural que se desarrolló en dos sentidos: Puesta al día de la Cultura dominicana con los movimientos internacionales y profundización en lo propio y lo concreto. Las artes plásticas fueron el sector donde todo ello se dio de la manera más espectacular, con la obra de los artistas citados, con los murales de Vela Zanetti, la pintura surrealista de Fernándes Granell, la escultura en maderas y piedras criollas