El nacionalismo español y la "abolición" de los fueros vascos

  1. MOLINA APARICIO, FERNANDO
Supervised by:
  1. Fernando García de Cortázar Ruiz de Aguirre Director

Defence university: Universidad de Deusto

Fecha de defensa: 23 May 2003

Committee:
  1. Ricardo García Cárcel Chair
  2. Javier Real Cuesta Secretary
  3. Fernando José Gallego Margaleff Committee member
  4. José Luis De la Granja Sainz Committee member
  5. Angel María Ormaechea Hernáiz Committee member

Type: Thesis

Teseo: 98795 DIALNET

Abstract

La movilización contra los fueros vascos ocurrida durante la Segunda Guerra Carlista y su posguerra constituyó una manifestación de nacionalismo español que reflejó las peculiaridades del Estado Nacional del Siglo XIX y de la idea de España. Los liberales españoles recurrieron al nacionalismo para fabricar, durante los años 1872-1876, un estereotipo de los vascos preñado de atributos étnicos y políticos tradicionalistas. Para ello llevaron a cabo una deconstrucción del imaginario colectivo elaborado por el fuerismo, en el que convivían sin problema planteamientos de singularidad étnica con formulaciones fuertemente españolistas y que constituía la herencia final del cruce histórico entre la cultura del fuero y la identidad española. La opinión liberal antifuerista, en cambio, confirió a este imaginario (de carácter liberal) un significado carlista y antinacional. Esto, en plena guerra civil, condujo a la identificación monolítica entre vascongados y carlista, propagada por una retórica patriótica de carácter polémico, liberal, unitario, cívico y centralista. Esta nueva imagen de los vascos formó parte de una movilización general del liberalismo cuyo objetivo fue reforzar la identidad nacional y el Estado, aquejados de una intensa crisis de legitimidad política. El País Vasco fue imaginado durante la guerra y la posguerra como una sintesis étnica de la España romántica inventada por los intelectuales españoles y, en especial, extranjeros. Su singularidad colectiva tenía como signo fundamental la foralidad, que confería a sus poblaciones una condición conservadora y contrarrevolucionaria. La nueva imagen de los vascos estuvo preñada de atributos románticos de signo bárbaro, antiliberal y antipatriótico. Fue construida desde la dialéctica de contrarios características de todo discurso nacionalista y tuvo como fin afirmar la identidad nacional mediante la invención de un enemigo interior definido s