El mapacartografía de un paisaje en tránsito

Laburpena

Son dos los puntos de partida de la tesis que se acompaña. Por un lado la creciente complejidad del hecho urbano. Un rasgo contemporáneo que aparece con insistencia a lo largo y ancho del planeta. Por el otro, la existencia explícita de distintas realidades superpuestas que se experiementan en ciertos espacios característicos destinados a otros tantos usos, cuya repetición literal diluye su conexión con el lugar en un continuo cinético. Esta polaridad de planteamiento me mueve a plantear una tesis acerca de las diversas posibilidades de leer el paisaje fragmentado que nos rodea (del que sabemos que tan solo podremos percibir sus rasgos más superficiales), a través de los mapas (o proyecciones de esos otros muchos posibles que son producto de la mano de hombre). Y es que el mapa sirve como herramienta para que la arquitectura defina un territorio; convirtiéndolo en lugar. Por lo tanto se trata de desarrollar una determinada idea de paisaje al margen de la que se deriva exclusivamente de consideraciones medioambientales, sociales, históricas o formales. Una idea sobre la que puede intejertarse el paisaje actual, en la que intervienen más parámetros propios del individuo (como sujeto no solo contemplador sino también experimentador), que no solo del medio. En la que las circunstancias cambiantes y transitorias aportan valor propositivo desde su inevitable participación, más allá de visiones distantes o ajenas; o ensimismadas con los procesos jerárquicos de evolución de nuestra sociedad.