Pedestales de la modernidad. Del pabellón de Barcelona (1929) al monumento a José Batlle y Ordóñez (1959)

Resumen

Pedestales de la Modernidad estudia el Monumento a José Batlle y Ordóñez (1959) del escultor Jorge Oteiza y el arquitecto Roberto Puig y el Pabellón de Barcelona (1929) de Lugwig Mies van der Rohe desde la cuestión de la monumentalidad. Dos obras que han perdurado gracias a la fotografía sin perder por ello su actualidad ni su pregnancia. Se plantea como posibilidad la existencia en ambas de una estatua hecha de espacio que vendría a sustituir en la estructura de la arquitectura el predominio de presencias escultóricas como añadidos ornamentales de origen naturalista o de carácter objetual. Si bien se plantea que la citada estatua concebida como organismo puramenta espacial está anticipada en el Pabellón Alemán de 1929, también se argumenta que con el propósito de que esto pueda interpretarse así será necesario, primero, cruzar la experiencia de la obra de Mies con la del proyecto de Monumento a Batlle de Oteiza y Puig, para poder llegar a percibir una posibilidad de estatua cuya apariencia ha sido alterada aunque su naturaleza nos siga remitiendo a los primeros momentos donde alguien la necesitó y una comunidad se organizo con ella. La estatua que como experimento conclusivo idea el escultor vasco en su laboratorio experimental, a la que llamará caja metafísica, se constituye por masas de espacio colisionando contra los límites materiales livianos que conforman un umbral activo, causa de su receptividad y proyección colectiva.