El destierro del tigre la civilización sínica y su influencia en las relaciones de china con estados unidos la paradoja de un singular encuentro entre poder y cultura

  1. DIEZ RUIZ DE ASUA ESTHER
Dirigida por:
  1. Noé Cornago Prieto Director/a

Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 27 de octubre de 2004

Tribunal:
  1. Celestino del Arenal Moyúa Presidente/a
  2. Paloma García Picazo Secretario/a
  3. Irene Rodríguez Manzano Vocal
  4. Nicolás Mariscal Berástegui Vocal
  5. Pedro Lozano Bartolozzi Vocal
Departamento:
  1. Derecho Público y Ciencias Histórico-Jurídicas y del Pensamiento Político

Tipo: Tesis

Teseo: 126876 DIALNET

Resumen

El encuentro violento con las potencias occidentales supuso para China la entrada en contacto con Estados bárbaros, menos civilizados pero más poderosos, que poseían un alto nivel tecnológico que le colocaba en una evidente posición de inferioridad. Para desenvolverse en un plano de igualdad con los demás Estados, China debía conseguir la modernización, empeño en el que mostraría exquisito cuidado para mantener intacta su cultura. Para alcanzarlo China buscará la cohesión interior; en el exterior se relacionará con el entorno sínico, culturalmente afín, potencial socio comercial, y eventual aliado estratégico. La civilización sínica influye en las relaciones entre China y Estados Unidos en la medida en que las decisiones en política exterior se toman desde dos distintos enfoques, el de la cultura y el del poder: el idealismo chino y el realismo estadounidense. Alcanzar la igualdad con los demás Estados exige a China un enorme esfuerzo para incrementar el desarrollo económico y mantener la seguridad nacional y la estabilidad social. Que las relaciones sino estadounidenses se afiancen depende de que Estados Unidos respete las peculiaridades chinas, teniendo presente la declaración política de los "cuatro noes" según la cual: China no desea la confrontación y no provocará un enfrentamiento, pero no rehusará un desafío y no teme a las sanciones. Desde sus primeros encuentros, China y Estados Unidos han seguido evoluciones paralelas de sentido contrario llegando a la paradójica situación actual en la que China ha pasado del unilateralismo imperial al multilateralismo de los Estados nación, mientras Estados Unidos, cuya acción exterior se basaba en un multilateralismo de fundamento pragmático instrumental, se ha convertido en un imperio. El desarrollo de las relaciones entre el viejo Imperio del Centro y el nuevo Centro del Imperio adquieren especial relevancia en estos momentos, cuando una gran parte