Una aproximación perceptiva al entorno sonoro urbanovariante metodológica en el Casco Viejo de Bilbao

  1. ITURBE MARTIN, ZIGOR
Zuzendaria:
  1. Manuel Íñiguez Villanueva Zuzendaria
  2. Lauren Etxepare Igiñiz Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 2017(e)ko iraila-(a)k 14

Epaimahaia:
  1. José Luis Carles Presidentea
  2. Iñaki Martínez de Albeniz Ezpeleta Idazkaria
  3. Jean-Paul Thibaud Kidea
Saila:
  1. Arkitektura

Mota: Tesia

Teseo: 143787 DIALNET lock_openADDI editor

Laburpena

El ambiente es el espacio-tiempo capacitado que posibilita un acercamiento socio-estético elcual nos ayuda a recoger las diferentes atmósferas urbanas cotidianas, es lo que nos pone en relacióndirecta con nuestro entorno en su totalidad y en consecuencia, nos lleva a la percepción de dichoentorno. Esta percepción no puede separarse de las condiciones concretas en las que ocurre. Por eso, sitan solo conservamos una actitud analítica en la que observamos parámetros sucesivos o individuales,no podemos percibir qué es lo que hace que una situación concreta sea consciente y unificada.Desde esta perspectiva, no parece suficiente limitar la comprensión del paisaje sonoro en elespacio urbano a través de una óptica exclusivamente cuantitativa, limitada a la obtención de nivelessonoros tal como muestran los Mapas Estratégicos de Ruido (M.E.R.) de ciudades como Bilbao. Estosmapas ofrecen una visión sesgada del paisaje sonoro que poco tiene que ver con la vivencia de laexperiencia sonora en el lugar al que representan. La obtención de una cuantificación mediante lasmedias anuales de los niveles sonoros, distorsionan incluso la información cuantitativa que ofrecen,especialmente en las zonas peatonales como el Casco Viejo. Por otro lado, la dificultad a la que seexpone la definición del ruido y el carácter subjetivo con que se presenta lo que se entiende comomolestia, reclama el abordaje del paisaje sonoro desde una perspectiva interdisciplinar donde lasubjetividad con la que cada comunidad afronta la experiencia cotidiana se enmarca en su propiaconstrucción cultural. ¿Comprender la manera en la que el habitante afronta el evento sonoro que lerodea, podría ofrecer un marco que ayude a superar el dilema penal del paisaje sonoro donde el ruidoes el verdugo y el habitante la víctima?