Autonomía del paciente. Una propuesta contextual y multidimensional de la autonomía en ética asistencial

  1. ARRIETA VALERO, ION
Zuzendaria:
  1. Antonio Casado da Rocha Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 2016(e)ko ekaina-(a)k 17

Epaimahaia:
  1. Alvaro Muñoz Bergareche Presidentea
  2. María Belén Altuna Lizaso Idazkaria
  3. Elena Urdaneta Artola Kidea
  4. Txetxu Ausín Díez Kidea
  5. José-Antonio Seoane Kidea
Saila:
  1. Balioen Filosofia eta Gizarte Antropologia:

Mota: Tesia

Teseo: 120774 DIALNET lock_openADDI editor

Laburpena

Esta investigación se propone dos objetivos generales. Por un lado, explorar la naturaleza del concepto de autonomía con el que habitualmente trabajan la ética clínica y asistencial con el fin de detectar posibles deficiencias. Y, por otro, articular una noción de autonomía que se ajuste a las necesidades de la relación asistencial, y que además de las estrictas cuestiones médicas y el respeto a la libertad de elección considere y cuide las circunstancias fisiológicas y psicológicas concretas de cada paciente y su propia experiencia subjetiva personal. La hipótesis general que se plantea señala que la noción de autonomía habitualmente usada en ética asistencial es una autonomía idealizada, pensada para ciudadanos sanos e independientes, y en la que sobre todo se subraya la capacidad de los agentes para tomar decisiones (autonomía decisoria), descuidando otras dimensiones importantes de la autonomía del paciente. En contextos de medicina terciaria y hospitalaria resulta bastante pertinente concebir la autonomía en términos casi exclusivamente decisorios, con el fin de aceptar o desechar una decisión terapéutica determinada. Pero la autonomía de corte decisorio resulta insuficiente en contextos crónicos y de medicina primaria, donde la capacidad para la toma de decisiones es sólo uno de los registros (y tal vez no el más importante) a través de los cuales emerge la autonomía. Esta investigación intenta aglutinar todos los estadios o momentos en los cuales se presenta la cuestión de la (in)capacidad de autogobierno del paciente a lo largo de todo el proceso de asistencia y cuidado. Además de la capacidad para tomar decisiones libres y terapéuticamente informadas ¿dimensión decisoria¿, se recogen también la capacidad de llevar a cabo actividades vitales básicas, de realizar tareas que una mayoría estadística de personas hace (como comer, ver, caminar, una cierta comprensión de situaciones complejas, etc.) ¿dimensión funcional¿, la capacidad por parte de la paciente para planificar, secuenciar y llevar a cabo tareas relacionadas con el manejo de sus enfermedades crónicas, esto es, la capacidad para cumplir y mantener en el tiempo el plan terapéutico elegido ¿dimensión ejecutiva¿, el poder del paciente de disponer y controlar la información relativa a su situación del modo que estime conveniente ¿dimensión informativa¿, o la capacidad para retener, comprender y comunicar a los demás, de una manera lo suficientemente coherente y comprensible, los principales aspectos identitarios que han caracterizado al paciente durante su vida.