Alivio del dolor y el estrés al vacunar. Síntesis de la evidencia. Recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la AEP

  1. Nuria García Sánchez
  2. Manuel Merino Moína 1
  3. César Joaquín García Vera
  4. I. Lacarta García 2
  5. Lucía Carbonell Muñoz 3
  6. B. Pina Marqués
  7. Francisco José Álvarez García
  8. Javier Arístegui Fernández
  1. 1 Universidad Europea. Madrid
  2. 2 Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España
  3. 3 Centro de Salud Parque Coimbra. Móstoles, Madrid. España.
Revista:
Revista Pediatría de Atención Primaria

ISSN: 1139-7632

Año de publicación: 2015

Volumen: 17

Número: 68

Páginas: 5

Tipo: Artículo

DOI: 10.4321/S1139-76322015000500006 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

Otras publicaciones en: Revista Pediatría de Atención Primaria

Resumen

Introducción: en niños y adolescentes sanos, las vacunaciones son con frecuencia fuente de dolor y sufrimiento. Padres, niños, adolescentes y profesionales sanitarios muestran preocupación sobre ello. El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) cree que abordar el dolor y el sufrimiento al vacunar es necesario, siguiendo la metodología de la medicina basada en la evidencia. El objetivo del presente trabajo es elaborar recomendaciones basadas en el conocimiento científico. Material y métodos: se dividió la materia de estudio en cuatro áreas: amamantamiento y soluciones azucaradas, anestésicos tópicos, métodos para la administración de vacunas y otras intervenciones (distracción). Se realizó una síntesis de la evidencia, asumiendo las recomendaciones de la Guía de práctica clínica de Anna Taddio (2010) e incorporando la evidencia de revisiones sistemáticas y ensayos clínicos posteriores a los incorporados en dicha guía. Resultados: las medidas que se han mostrado efectivas en la disminución del dolor han sido las siguientes: en lactantes, amamantar antes, durante y después de la inyección; las soluciones azucaradas son una alternativa si la lactancia materna no fuera posible; los anestésicos tópicos son eficaces para todas las edades, pero requieren un tiempo para mostrar su efecto y tienen un coste; no aspirar en la inyección intramuscular y hacerlo lo más rápido posible; administrar las vacunas de forma que la más dolorosa sea la última; cuando sea posible, es preferible inyectar simultáneamente más de una vacuna que hacerlo de forma secuencial; sostener al niño en brazos; y utilizar maniobras de distracción para niños de 2-14 años. Conclusiones: realizada una exhaustiva revisión del tema, hay pruebas suficientes para afirmar que los profesionales que administran vacunas infantiles deberían poner en práctica medidas para atenuar el dolor que indudablemente acompaña al procedimiento de la vacunación. Se trata además, en general, de medidas técnicamente sencillas y fáciles de incorporar a la práctica.