Sociedad y delincuencia en Vizcaya a finales del Antiguo Régimen (1750-1833)
- Enríquez Fernández, Javier
- Aingeru Zabala Uriarte Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Deusto
Fecha de defensa: 21 de julio de 2009
- Pegerto Saavedra Presidente/a
- Javier Real Cuesta Secretario/a
- Angel María Ormaechea Hernáiz Vocal
- Tomás Antonio Mantecón Movellán Vocal
- Juan Antonio Gracia Cárcamo Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
A la hora de abordar el tema de la criminalidad en Vizcaya entre los años finales del Antiguo Régimen y la aparición del estado burgués me plantee responder a numerosas cuestiones tales como ¿Cuáles fueron las respuestas que una sociedad teóricamente igualitaria dio al aumento significativo de los niveles de criminalidad? ¿Existieron diferencias significativas entre la delincuencia vizcaína del momento y la del resto del continente europeas? ¿Cómo percibieron las autoridades y los ciudadanos a los delincuentes? ¿Cuáles fueron sus respuestas? ¿Y las causas de la criminalidad?... Dar una contestación a todas ellas me planteó abordar numerosas cuestiones que quedan reflejadas en cada uno de los cinco capítulos que componen el corpus principal de la tesis. En el primero, titulado El armazón ideológico-institucional del Señorío abordo dos cuestiones interrelacionadas: de una parte, el entramado ideológico que dio consistencia al sistema foral desde su creación en la Baja Edad Media hasta el pleno desarrollo que alcanzó en la Modernidad avanzada; de otro, describir y analizar el complejo sistema de tribunales locales y provinciales y la formación e intereses de los hombres que los rigieron. El segundo capítulo, Los procesos judiciales, toca principalmente dos temas estrechamente imbricados: la infrajusticia, o lo que es lo mismo, el sistema social de arreglo de los contenciosos intracomunitarios, a cuyos últimos prolegómenos asistimos en el periodo 1750-1820 y al aparato procedimental judicial del Antiguo Régimen. En este capítulo también acomete otros cuatro aspectos muy importantes, alguno de ellos apenas esbozados en investigaciones anteriores: la influencia de los movimientos ideológicos y las coyunturas políticas en la represión de la criminalidad; las finanzas judiciales, verdadero caballo de batalla que dio al traste con la mayoría de las iniciativas encaminadas a solucionar los graves problemas que afectaban al aparato judicial del periodo; la escala de las penas impuestas a los transgresores y las modificaciones que fueron surgiendo al albur del avance de la ideología liberal y/o de los múltiples acontecimientos políticos del momento; y finalmente un asunto espinoso, los problemas que plantean las estadísticas, su creación y la fiabilidad que ofrecen al investigador. El tercer y cuarto capítulos, llamados respectivamente El delito cotidiano y Bandolerismo, guerra y comunidad, tratan de los modelos delictivos que detectamos en la Vizcaya del periodo. No obstante, con objeto de delimitar un tema tan amplio, nos centramos tan sólo en los cometidos contra la propiedad. Las razones que tuvimos para ello son prolijas, por lo que nos remitimos a las explicaciones aportadas en la obra. El primero de los títulos está dedicado a la delincuencia habitual ya fuese de índole menor (hurtos de comida, ropa y ganado) o superior (robos de tiendas, abigeatos, estafas y delitos cualificados), centrándonos en negar las supuestas diferencias entre delito urbano y rural, a nuestro parecer meramente coyunturales. El segundo apartado aborda la delincuencia de calidad, en concreto el bandolerismo, y sus íntimas relaciones con ciertos métodos de protesta política campesina. El último capítulo, El nacimiento de la Policía, describe, como su nombre indica, los sistemas represivos existentes desde mediados del siglo XVIII hasta la aparición de la Policía estatal en 1824 y las implicaciones a corto, medio y largo plazo que ello tuvo en una sociedad poco permeable a los cambios y muy sensibilizada por los acontecimientos bélicos que ocurrieron durante todo el periodo.