Talleres de escultura arquitectónica y de mobiliario litúrgico en épocas tardoantigua y altomedieval ( ca. 500-1000) en la Península Ibérica.análisis tipológico,contextual y arqueológico

  1. Villa del Castillo, Alejandro
Dirigida por:
  1. Francisco José Moreno Martín Director/a
  2. Luis Caballero Zoreda Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de abril de 2018

Tribunal:
  1. Antonio E. Momplet Míguez Presidente/a
  2. Manuel Retuerce Velasco Secretario/a
  3. Agustin Azkarate Garai-Olaun Vocal
  4. María de los Ángeles Utrero Agudo Vocal
  5. Rosemary Leonard Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Se acomete el estudio de la decoración escultórica relacionada con la arquitectura religiosa cristiana en la Península Ibérica entre los siglos VI al X. Los objetivos son la creación de tipologías escultóricas y la definición de los talleres que operaron en el territorio y período señalados. Se aplican las metodologías arqueológicas de la tipología y la estratigrafía. Ambos métodos posibilitan una agrupación rigurosa de las piezas en obras, talleres, grupos de talleres y ambientes y una ordenación temporal de dichos materiales sujeta a las secuencias estratigráficas obtenidas en aquellos edificios y yacimientos que aún presentan decoración escultórica asociada. Se defiende la validez de los métodos arqueológicos como herramientas capaces de implementar nuestro conocimiento sobre objetos tradicionalmente estudiados en base a criterios formalistas. La investigación combina el trabajo de gabinete con el trabajo de campo. Dicho trabajo de campo ha consistido en el análisis y documentación in situ de la mayor parte de las piezas y conjuntos escultóricos que se citan en el trabajo. Esto ha posibilitado una mejor comprensión del objeto de estudio y la obtención datos novedosos que hasta entonces habían pasado desapercibidos. Frente a los análisis formalistas, en este trabajo se atiende tanto al aspecto formal como a otros que se consideran no menos importantes: tipología funcional, técnicas y herramientas de talla, soportes pétreos y relación entre talleres escultóricos y constructivos. La suma de dichas variables posibilita la creación de los tipos escultóricos que a posteriori servirán para la definición de las obras, talleres y ambientes. Para ello se parte de una serie de premisas tomadas de la Arqueología de la Producción: principios de la unidad del sistema decorativo, de la unidad de la producción de un taller y de la unidad del ambiente técnico. Cada ambiente técnico es propio de un momento histórico determinado. Los resultados obtenidos en este trabajo difieren de los modelos explicativos tradicionales sobre la escultura tardoantigua y altomedieval hispana. Gran parte de las obras que se consideraban pertenecientes al siglo VII se sitúan entre los siglos precedentes (VI) y posteriores (VIII al X). En época visigoda la producción se restringe a los centros escultóricos de Mérida, Toledo, Córdoba y el Sureste peninsular. Los siglos VIII y IX se caracterizan en el territorio meridional por el mantenimiento de las tradiciones productivas de los dos siglos anteriores y por la aportación de novedades que atañen a la tipología funcional de las piezas y a su repertorio. La producción escultórica finaliza en el sur peninsular en torno a mediados del siglo IX. A partir de mediados del siglo IX la producción de escultura se localiza íntegramente en el norte peninsular (territorios de Asturias, Galicia, León y Castilla). En este momento cambian los modos productivos. Frente al carácter estable de los talleres en los siglos anteriores, ahora los escultores tienen un carácter itinerante y no se adscriben a centros escultóricos. Talleres y escultores distintos se asocian ocasionalmente para intervenir en un determinado edificio, en el cual se someten a las directrices del proyecto constructivo y de sus promotores. Esta circunstancia determina que, frente a la homogeneidad de resultado percibida en los siglos precedentes, ahora cada obra sea en apariencia única. Los nuevos modos productivos documentados en el norte peninsular conllevan además nuevos modos de talla. Ahora los escultores se desplazan al lugar de la obra para tallar allí las esculturas, bien en el entorno inmediato del edificio o bien sobre el edificio ya construido. En este momento se introducen también novedades técnicas, entre las que destaca la adopción del trépano. El ambiente técnico altomedieval descrito finaliza en torno a comienzos del siglo XI, momento en el que es sustituido por aquel que se conoce como románico.