La cárcel y el control del delito en Navarra entre el Antiguo Régimen y el Estado liberal

  1. Oliver Olmo, Pedro
Dirigida por:
  1. Antonio Rivera Blanco Director/a

Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 31 de marzo de 2000

Tribunal:
  1. Manuel Montero García Presidente/a
  2. Juan Antonio Gracia Cárcamo Secretario/a
  3. José Luis de la Cuesta Arzamendi Vocal
  4. Julio Aróstegui Sánchez Vocal
  5. Jose Ignacio Rivera Beiras Vocal
Departamento:
  1. Historia Contemporánea

Tipo: Tesis

Resumen

Sostenemos que una historia social de las instituciones punitivas nos acerca al devenir del control del desorden y a los procesos de criminalización de un orden social (el cual, en Navarra, aun con la crisis del Antiguo Régimen, discurrió básicamente integrado). Lo abordamos desde una visión estructural, deteniéndonos en el crítico período de edificación del Estado liberal. Reflexionamos sobre la formación de una "sociedad represora, reprimida, penalizadora y por eso mismo también penalizable". Analizamos la función coactiva de la cárcel procesal y su papel como depósito de pobreza, agente de empobrecimiento y generador de enfermedad incluso hacia la propia ciudad. Observamos la ruindad de los espacios carcelarios y el desarrollo del corruptible sistema de alcaidías. Indagamos en el decurso del correccionalismo, sobre todo, a partir del control de la pobreza marginal, del tratamiento específico de las mujeres penadas por delitos sexuales y del desarrollo del filantropismo para-penal hacia los presos (sin duda, promocionado tras la visita de John Howard a Pamplona en 1783): son hilos conductores entre la larga etapa proto-penal y el sistema penal liberal. Escrutamos los registros penales y observamos que, durante las décadas centrales del siglo XIX, la prisión se convirtió en "reina" de una penalidad "defensora de la sociedad contractual" frente a sus elementos "degenerados": fue una auténtica impostura - aunque con futuro - si consideramos que la mayoría de los penados eran labradores y jornaleros con características personales socialmente normalizadas. Al final, "escuchamos" las quejas y hasta las protestas colectivas de la gente encarcelada.