Cine cubanoEl camino de las coproducciones

  1. Hernández Morales Sergio Luis
Dirigida por:
  1. Ángel Luis Hueso Montón Director/a

Universidad de defensa: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 08 de noviembre de 2007

Tribunal:
  1. Santiago De Pablo Contreras Presidente/a
  2. José María Folgar de la Calle Secretario/a
  3. José María Caparrós Lera Vocal
  4. Emmanuel Larraz Vocal
  5. M. Gloria Camarero Gómez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis como su nombre lo indica hace un recorrido a lo largo de toda la historia del cine cubano intentando esclarecer las causas que le llevan a coproducir y los resultados de estas coproducciones; junto a las influencias que recibe tanto de los países coproductores como de movimientos, tendencias y cinematografías especificas. Se hace necesario señalar la negativa influencia que trajo al sueño de desarrollar una industria del cine en Cuba la entrada de las distribuidoras norteamericanas allá por 1915 al interrumpir el ciclo: producción-distribución- recaudación, producción que los distribuidores-productores cubanos habían logrado instaurar mientras tenían el control de la distribución del cine europeo (muy del gusto del espectador cubano hasta la fecha) en la Isla. Cuando el cine norteamericano sustituye al europeo (maltrecho por la primera Guerra Mundial) en el gusto del espectador, las distribuidoras norteamericanas prefieren hacer la competencia y adueñarse del mercado cubano. Esta situación lleva a la necesidad de coproducir con México como la única alternativa de subsistencia, método por el cual se realiza el grueso de lo producido en Cuba de 1945 a 1959 cuando triunfa la Revolución. Se genera así un cine de tan baja calidad y tan ajeno a la realidad cubana que el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica (ICAIC) al momento de fundarse en el propio año 1959 decide comenzar de cero (para bien o mal) apartando del medio a todos los directores y técnicos conocidos. A partir de 1960 se constata la influencia del Neorrealismo Italiano, la "Nueva Ola francesa", el Free Cinema inglés y hasta del propio cine norteamericano además de los disímiles cineastas que viajan a Cuba para colaborar en el renacer del cine cubano. También se tiene en cuenta, a partir de 1970, la negativa influencia estatal con ciertas imposiciones propias del Realismo Socialista, pasando por el resurgir de las coproducciones en la década